Crisis

 

La construcción de la Gradería Este —la cual aún conserva su lugar en el estadio— en 1973 como parte de un plan para crear un estadio de 60.000 asientos se añadió a los males del club. El proyecto fue descrito como «el más ambicioso jamás emprendido en el Reino Unido». Coincidió con la crisis del petróleo y fue azotado por los retrasos, huelgas de los constructores y la escasez de materiales, lo que hizo que el costo de la construcción se saliera de control, elevando la deuda del club, la cual ascendió hasta £4 millones en 1977. Como resultado de ello, entre agosto de 1974 y junio de 1978 el club no pudo contratar a un solo jugador, por lo que Ken Bates compró al club por la increíble suma de £1 en 1982, aunque por razones que siguen siendo controvertidas no compró el SB Properties, la empresa que era dueña de la plena propiedad de Stamford Bridge. El declive del equipo fue acompañado por una disminución de asistencias al estadio por problemas con la fanaticada del equipo, quienes se salían de control, causando daños al estadio —el límite entre la pasión y el hooliganismo se estrechaba peligrosamente en esos días—. Los fines de los años 70 y el comienzo de los años 80 fueron la edad de oro de las fanaticadas del fútbol inglés; el Chelsea poseía su propia fanaticada, los Chelsea Headhunters, quienes fueron particularmente conocidos por su violencia, por su relación con grupos políticos extremistas y por arruinar al club a lo largo de los siguientes años. Es por esto que durante la temporada 1984-85, Bates erigió un cercado eléctrico entre las graderías y el terreno de juego —similar a las que se erigen en las granjas de ganado—. Sin embargo, el cercado nunca fue encendido, ya que el Consejo del Gran Londres lo prohibió por razones de salud y seguridad.

Cuando Bates compró al Chelsea en 1982 sólo compró al club y no a SB Properties, empresa que era dueña de la plena propiedad del Stamford Bridge; el club y el estadio se habían separado en una reestructuración financiera durante la década de los 70s. Bates inicialmente estuvo de acuerdo con un arrendamiento de 7 años que mantendría al Chelsea en Stamford Bridge mientras se decidía su futuro.

Según Bates, él y David Mears, el accionista mayoritario de SB Properties, se dieron la mano en un acuerdo que vería al Chelsea adquirir la participación de Mears en SB Properties por $450.000. Sin embargo, Bates descubrió más tarde que Mears estaba en conversaciones con el propietario del Crystal Palace, Ron Noades, con el fin de mover al Chelsea de Stamford Bridge y trasladarlo al Selhurst Park para compartir el estadio con el Crystal Palace. Posteriormente, Mears y Lord Chelsea vendieron sus acciones de SB Properties a los promotores inmobiliarios Marler Estates, entregando una participación a Marler del 70%.

Durante la próxima década, Bates libró una guerra contra Marler por la adquisición de una participación minoritaria en SB Properties, iniciando una serie de demandas judiciales y maniobras dilatorias destinadas a llevarlos hacia abajo. También puso en marcha la campaña llamada «Save the Bridge» con el fin de obtener los £15 millones necesarios para obtener la plena propiedad de Marler. Marler, a su vez, presentó varios planes que veían al Chelsea fuera de Stamford Bridge. David Bulstrode, presidente de Marler, propuso una fusión entre el Fulham FC y el Queens Park Rangers con el Chelsea y, a continuación, su traslado al estadio del Queens Park Rangers, el Loftus Road. En marzo de 1986, los planes de Marler para remodelar Stamford Bridge sin el Chelsea fueron aprobados por el Consejo de Hammersmith y Fulham, aunque el consejo cambió de idea cuando el Partido Laborista tomó el control del mismo en mayo del mismo año. En diciembre de 1987, en un «momento de decisión trascendental», los planes del propio Bates para transformar a Stamford Bridge en un estadio de fútbol moderno fueron aprobados por el Comité de Planificación del Consejo.

Sin embargo, se le notificó al Chelsea su salida de Stamford Bridge, luego de que el contrato de arrendamiento haya expirado en 1989. No obstante, Cabra Estates, la cual adquirió a Marler en 1989, se fue a la quiebra durante la caída del mercado inmobiliario en 1992. Esto permitió a Bates llegar a un acuerdo con sus acreedores, el Royal Bank of Scotland, para así poder reunir la plena propiedad con el club. Esto llevó a la creación de la organización Chelsea Pitch Owners, una organización sin ánimo de lucro que en 1997 adquirió la plena propiedad del estadio, los derechos del nombre del club y el terreno para asegurar que ningún promotor inmobiliario tratara de adquirir el Stamford Bridge otra vez.

Cuando el Informe Taylor fue publicado en enero de 1990 luego de la Tragedia de Hillsborough, se le ordenó a todos los clubes que sus estadios tuvieran asientos individuales para la temporada 1994-95. El plan del Chelsea para un estadio de 34.000 asientos fue aprobado por el Consejo de Hammersmith y Fulham el 19 de julio de 1990. La reconstrucción del Stamford Bridge comenzó de nueva cuenta y las sucesivas fases de construcción durante la década de los 90 eliminaron la pista de atletismo. La construcción de la Gradería Este en 1973 había iniciado el proceso de eliminación de la pista. Todas las graderías, ahora techadas y con asientos individuales, fueron acercadas más al terreno de juego con la intención de concentrar y capturar el ruido de los aficionados. Ahora los sonidos son más fuertes que cuando los aficionados estaban más dispersos en graderías que no tenían techo y eran más amplias, aunque la capacidad del estadio disminuyó en más de la mitad. KSS Design Group, quienes se encargaron de la remodelación, añadieron muchas características adicionales al complejo, incluyendo dos hoteles, apartamentos, bares, restaurantes, el Chelsea Megastore, y una atracción interactiva denominada Chelsea World of Sport. La intención era que estas instalaciones proporcionaran ingresos adicionales al club, pero tuvieron menos éxito del que se esperaba y antes de que Román Abramóvich comprara al club en 2003 y adquiriera la deuda asumida para financiar dichos proyectos, fueron unos de los principales problemas financieros del club.